La parte más interna de la vagina de esta mujer mostró reacciones anormales, alrededor del cuello uterino. Apuntando repetidamente hacia atrás con propósito, el orificio uterino se abre completamente durante el clímax facial, como un repentino estallido de risa que termina en una eyaculación violenta. En ese momento, ella mostró signos de decir adiós al mundo humano y ya no era la Kanako-san que conocías.