Marina está disgustada con el jefe de su marido, Ikeda. Ikeda era su jefe cuando Marina era una oficinista enviada. Marina fue favorecida por Ikeda a partir de ese momento, evitando sus invitaciones al acoso y la coerción sexual. Incluso después de dejar su trabajo y casarse con su marido, todavía fue testigo del duro trato de su marido, y Marina, cuya paciencia estaba agotada, todavía se quejaba con Ikeda todos los días. Ikeda luego se enojó y empujó a Marina hacia abajo debido a su picardía. Ella se resiste a Marina, pero llega al clímax violentamente en un SEXO intenso e intenso que nunca antes había experimentado.